La ineficacia del tsuki de karate |
||||
Extractos del libro: Histoire de Karaté-dô Escrito por Kenji Tokitsu Editorial SEM, Paris. | ||||
Después de largos años de práctica intensa, S. Egami se replanteó las técnicas fundamentales del karate. Realiza dos críticas radicales que examinaremos sucesivamente:
En sus textos sobre la búsqueda de la eficacia S. Egami se interroga principalmente sobre la eficacia del tsuki. |
||||
|
||||
Volvamos al texto de S. Egami: Durante mucho tiempo me propuse saber si el tsuki de karate era verdaderamente eficaz y estuve atormentado. Hice todo tipo de ensayos de rompimiento: planchas, tejas, ladrillos. Sin embargo, incluso si podía romper ladrillos, no estaba seguro de la eficacia de mi tsuki contra el cuerpo humano. Según mi experiencia, el cuerpo humano es más resistente de lo que se cree y el espíritu le da una consistencia completamente diferente al de las tejas o los ladrillos. Me invadió la duda sobre la eficacia de mi tsuki y entonces pensé: "Mi tsuki no puede ser eficaz". |
||||
|
||||
Podemos preguntarnos en qué medida esta experiencia de recibir golpes no tuvo
una influencia negativa sobre el estado de salud de Shigeru Egami, la cual se
agravó a partir de los cuarenta. En las fotos de esta época, está delgado y
muy musculoso. Sus músculos abdominales le permitieron resistir a los golpes,
pero ¿no acumuló en profundidad los traumatismos progresivos de diferentes órganos?
Aun más si Shigeru Egami tenía problemas digestivos desde su infancia. Creo
que debemos retener este interrogante, ya que esta cuestión no ha sido abordada
suficientemente de una manera científica. Incluso si una persona joven puede
resistir a los golpes de una manera aparentemente fácil, ¿no es probable que
acumule cada vez un ligero traumatismo que se manifestará solamente años después,
cuando haya sobrepasado un cierto umbral? Para aquellos que buscan una práctica
a largo plazo es indispensable situar sus entrenamientos en una perspectiva
suficientemente larga. Podemos entresacar lecciones de prudencia de la experiencia
de Shigeru Egami. |
||||
|
||||
Me chocó profundamente este resultado. ¿Por qué tal resultado? ¿Qué quiere
decir? ¿Qué diferencias hay? ¿Qué es la verdadera eficacia? ¿De dónde proviene
una verdadera eficacia? Tenía que partir nuevamente buscando la eficacia del
tsuki. |
||||
Para dominar la inquietud de ser ineficaz busqué diferentes maneras de efectuar un tsuki y acabé por concluir que la técnica en karate ha de comportar una concentración. En principio empecé concentrando la fuerza física sobre un solo punto de impacto. Durante la ejecución de ataques y paradas, empecé por concentrar la fuerza sobre el lugar por el que toco el cuerpo del adversario. En el curso de esta búsqueda comprendí que el problema de concentración no debe limitarse a leyes físicas y que lo más importante es la concentración mental. En el curso de estos interrogantes comprendí una cosa. Hasta aquí había practicado el karate con una ilusión fundamental: confundía la dureza con la fuerza y perseveraba en endurecer mi cuerpo pensando obtener más fuerza, cuando endurecer el cuerpo equivale a parar el movimiento. Este es un defecto fundamental. Tuve entonces que empezar por amasar y aligerar el cuerpo que había endurecido durante tantos años de esfuerzo. Me decidía partir de nuevo de cero rechazando totalmente aquello que creía haber adquirido hasta entonces. Me fijé como objetivo llegar a las formas y movimientos ingenuos y espontáneos, como si me hubiera vuelto un principiante. Cuando probaba con esta actitud, descubrí que obtenía mayor eficacia. Comprendí en aquel momento la enseñanza del maestro Funakoshi: "No hay que ir nunca contra la naturaleza". Recordé en aquel momento los diferentes tsuki de los maestros: el maestro Funakoshi ejecutaba un tsuki de una manera natural y descontraída; el maestro Shimoda lanzaba un tsuki con ligereza, pero nunca lo pude parar ya que su brazo no se movía ni un centímetro; el terrible furi-tsuki (tsuki latigazo) del maestro Yoshitaka Funakoshi… Si el ataque del adversario no tiene verdadera eficacia no necesitáis pararlo seriamente: No necesitáis ni tan siquiera técnica. A un tsuki verdaderamente eficaz debéis hacer frente con una técnica seria de parada, de esquiva. Entonces el verdadero entrenamiento comienza. Así pude empezar un verdadero entrenamiento. El tsuki debe ser absolutamente eficaz. Para ello, hay que pensar que se hace atravesar su fuerza hasta el infinito. Toda la fuerza debe atravesar el cuerpo, sin ser ni siquiera parcialmente reflejado en el momento del contacto. Un verdadero golpe mortal es una concentración de fuerza sobre un punto. Dicho de otra manera, vertéis la totalidad de vuestro ser en el cuerpo del adversario. La eficacia cambiará pues por el estado de ánimo. No se trata de golpear como un ladrón, lo que es lo más despreciable: hay que adquirir un tsuki natural. |
||||
Traducido al español por Xavier Minguez, Shotokai de España | ||||
Webmaster: info@shotokai.cl |
||||
|
||||